La industria de alimentación y bebidas española representa casi el 22% de la industria manufacturera, con un total de 28.185 empresas registradas a fecha de 2015, repartidas en los diferentes sectores como se muestra en la Imagen 1. La producción nominal de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 94.938 millones de euros, lo que supone un incremento respecto a 2014, ya que se trata de un sector con un continuo crecimiento año a año. Una de las razones de este crecimiento se debe a que el 63,9% de las empresas realizan actividades de I+D+i de forma continua, proceso que fomenta la mejora y nuevas propuestas de valor para la compañía.
Imagen 1. Porcentaje de industrias alimentarias en España según su actividad. Fuente: FIAB
Se puede considerar subproducto a todo producto no principal obtenido en un determinado proceso y que puede tener determinadas aplicaciones o aprovechamientos, de forma que lo que para una industria es un subproducto para otra puede constituir su materia prima, obteniendo así un producto principal.
Algunos de estos subproductos son parte de la materia prima inicial– que se eliminan con fines meramente comerciales- pero cuyo contenido en nutrientes y sustancias de otra índole podrían hacerlos susceptibles de ser considerados como materia prima de interés para la elaboración o enriquecimiento de otros alimentos. Las pérdidas generadas en la industria de alimentación y bebidas debido a estas sustancias son muy importantes, especialmente en los sectores del aceite, cárnico, pesquero, frutas y hortalizas.
La inmensa producción de residuos que supone la normal actividad del hombre sobre nuestro planeta es uno de los principales problemas con los que nos encontramos en la actualidad. Por ello, se hace necesaria la búsqueda de procesos que permitan la eliminación controlada de los mismos.
Todo lo anteriormente expuesto, junto a la escasez de alimentos que experimenta una parte de la geografía mundial, ha hecho que se dedique un considerable esfuerzo hacia la búsqueda de nuevas fuentes de alimentación y que parte de dicho esfuerzo se haya encaminado hacia el mejor aprovechamiento de los subproductos derivados de la industria de la alimentación. Para ello es necesario el conocimiento de todos aquellos parámetros físicos y químicos que afecten al valor nutritivo del producto.
Una de las líneas de trabajo de Sigma Biotech es el estudio de los subproductos, residuos y/o mermas de las empresas alimentarias para su transformación y reutilización en el mercado, con el objetivo de obtener nuevos ingredientes y/o productos de alto valor añadido que supongan una nueva línea estratégica, y con ello un beneficio, para la empresa, a coste casi cero.
Ejemplos de ello son la extracción de nutrientes derivados de los desechos de la industria pesquera y posteriormente destinados a la suplementación y fortificación de alimentos, así como la transformación de cáscaras, huesos y otros subproductos hortofrutícolas en nuevos productos aptos para el consumo. Al igual que estos, existe una amplia variedad de posibilidades dependiendo del tipo de materia prima de la que se parta, siendo indispensable realizar un estudio previo de la misma para su mayor aprovechamiento.