Una vez que el Gobierno cerró hace unos días el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, quedó zanjado el asunto de la inclusión o no del impuesto sobre bebidas azucaradas del que tanto se ha hablado en los últimos meses. Finalmente, dicho impuesto especial, que iba a gravar las bebidas azucaradas y con el que esperaban recaudar unos 200 millones de euros para 2017, se queda en stand by.
El 31 de marzo fue aprobado por el Consejo de Ministros el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, en el que fue excluida la subida impositiva a las bebidas azucaradas tras las negociaciones del Partido Popular y Ciudadanos, subida que el Gobierno incluía inicialmente en la propuesta presentada por el Ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, en el Consejo de Ministros del 2 de diciembre de 2016.
Cada vez es más frecuentes encontrarnos con países donde ya esté en vigor un impuesto sobre bebidas carbonatadas y azucaradas, como Francia, Noruega, Dinamarca o Hungría. Este se incluyó en la propuesta del Gobierno como proyecto de ley, “por un motivo de salud”, afirmó Montoro.
Desde que se reconoció el interés en incluir este impuesto especial, las diferentes organizaciones representantes de la cadena agroalimentaria alertaron sobre los efectos negativos de “los impuestos especiales, que afectarían directamente al ciudadano y retraerían el consumo”. Por ello, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) mostró “su desacuerdo con las tasas impositivas que graven el consumo”, durante su Asamblea General Ordinaria del 15 de diciembre, solicitando una reflexión más profunda sobre el asunto.
Hecha pública la exclusión de este gravamen de los Presupuestos Generales del Estado, FIAB ha manifestado que “nuestra postura ha sido en todo momento la de apostar porque no haya una subida impositiva, que afectaría a la competitividad de un sector estratégico para la economía española como es el de alimentación y bebidas. Siempre hemos mantenido que una subida de impuestos era una medida desacertada, por lo que el hecho de que no se produzca es una buena noticia para todos”.
Actualización (03/05/2017)
Pese a haber quedado excluido este impuesto de los PGE, la Comunidad Autónoma de Cataluña ha decidido incluirlo, comenzando su vigencia ayer día 2 de mayo. ¿Cómo afectará el impuesto a las bebidas azucaradas?
Afectará en función del contenido de azúcar por cada 100 mililitros. Por tanto, las subidas serán las siguientes:
- Menos de 5 gramos de azúcar cada 100 mililitros: no hay subida de precio.
- Entre 5 y 8 gramos de azúcar cada 100 mililitros: 8 céntimos más por litro.
- Más de 8 gramos de azúcar cada 100 mililitros: 12 céntimos más por litro.
Para que nos hagamos una idea, una lata normal de refresco (330 mililitros) suele tener 35 gramos de azúcar, esto las sitúa en el mayor tramo del impuesto, las que contienen más de 8 gramos por cada 100 mililitros. Por tanto, se le aplicarán 12 céntimos más por litro, lo que supone 4 céntimos por lata. Del mismo modo, la botella de dos litros subirá 24 céntimos su precio.
Esto no queda solo aquí, ya que empieza a hablarse de otros sectores alimentarios que podrían aplicar la misma medida, con objeto de que este tipo de alimentación ‘no saludable’ grave su consumo excesivo.