Alberto Jiménez y Javier Quintana. Estos dos nombres fueron los encargados de la creación de SMILEAT allá por el año 2014, compañía dedicada a la elaboración de alimentación infantil ecológica que renuncia al uso de conservantes, espesantes, azúcar y sal. Junto a ellos, el perfil nutricional clave en el desarrollo del primer portfolio de productos de la compañía: Rocío de la Iglesia.
Y es que SMILEAT, surge en un primer momento, de la inquietud de Alberto Jiménez y de su interés en consumir información acerca de cómo minimizar el riesgo de padecer ciertas enfermedades, ya que en su entorno familiar existían ya algunas patologías. Además, el hecho de ser tío por vez primera le permitió replantearse, si en aquel momento, existían marcas de alimentación infantil ecológicas en nuestro país, motivo que le sirvió de empuje para lanzarse a esta aventura empresarial.
Así surge SMILEAT, con tres perfiles diferentes (Alberto Jiménez como Licenciado en Empresariales; Javier Quintana como Ingeniero Informático; y Rocío de la Iglesia, como Doctora en Nutrición). La marca es actualmente una de las más valoradas por los padres, en este caso, en el momento de la compra. A día de hoy, SMILEAT cuenta con presencia física en toda España, con más de 3500 puntos de venta por todo el país, siendo Madrid, Barcelona y Valencia, las capitales con mayor peso de venta. Además de Portugal, desde el año 2017 y de forma paulatina, comercializan sus productos en algunos países, como Kuwait, Bélgica, Egipto, Perú, e incluso Hong Kong.
Hoy tenemos el placer de charlar con Javier Quintana, que nos va a contar cómo ha conseguido todo su equipo, en apenas seis años, encumbrar a SMILEAT como una de las principales marcas de alimentación infantil 100% eco en nuestro país, pasando de una plantilla inicial de tres personas a los 22 trabajadores de la actualidad.
- Muchas gracias Javier, en primer lugar, por atender a sigmabiotech.es Cuéntenos brevemente cómo se produce la creación de la compañía y cuál fue el camino para transformarla hasta convertirla en una de las empresas más destacadas en alimentación infantil eco de nuestro país.
Muchas gracias a vosotros por darnos la oportunidad de contaros el proyecto desde sus inicios.
Todo surge de una necesidad real, como has comentado inicialmente. Una vez que ya teníamos claro el nicho de mercado que había en España y cómo las grandes marcas no hacían nada por cambiar… decidimos ser nosotros el motor de cambio y cubrir la demanda creciente de estos productos. El hecho de venir de sectores totalmente distintos a la de la alimentación, sin estar viciados, nos hizo revolucionar el concepto de alimentación infantil. Lo primero de todo fue que todos nuestros productos fueran ecológicos, no añadirles nada que no hicieras tú en casa, como azúcar, sal, almidones, concentrados, edulcorantes, conservantes… para acercarnos lo máximo posible a los que nos hacían nuestros padres o abuelos en casa.
Además de esos pilares que acabamos de comentar de ser ECOLÓGICOS y SALUDABLES, (siempre remarcamos esto porque no siempre van unidos) vimos que había muchas otras cosas que cambiar. Hicimos un packaging transparente (nadie lo tenía en ese momento), tarro más bajito y más ancho para facilitar a los padres el dar de comer a sus hijos, la comunicación nos quisimos salir de los estereotipos de una madre o un padre perfectos con un@ niñ@ rubi@ de ojos azules y super guap@… Y decidimos acercarnos a la realidad, que los padres y madres se sintieran identificados.
- ¿Cómo es el proceso de crear una marca con tanto punch como tiene SMILEAT? ¿Dónde elabora su portfolio de productos la compañía?
Lo más importante de todo creo que es crear unos valores sólidos de marca y trasladarlos a los productos, a la empresa, a los trabajadores…. Trabajar diariamente en ello y no salirte de tu filosofía, porque es la que te define y te identificas. A pesar de que el camino es más complicado, más caro, más largo… pero se sientan las bases del crecimiento. Esto te da credibilidad en una categoría tan compleja y tan marquista como es la nuestra.
Los productos de SMILEAT son variados, aunque inicialmente empezamos con los tarritos de toda la vida, teníamos claro que nuestra meta no era ser una empresa de tarritos, sino ser un referente en alimentación infantil. Desde el minuto uno teníamos claro que teníamos que innovar y lanzar nuevos productos al mercado que acompañaran también a nuestros clientes en su crecimiento. Por eso empezamos lanzando los Smilitos (snack de maíz y AOVE, nada más), galletas, pouch, infusiones, panecitos, papillas…
- ¿En qué punto se encuentra la compañía actualmente tras toda la situación de pandemia que estamos viviendo? ¿Cómo ha repercutido esta situación, tanto de forma positiva como negativa, para la compañía?
Yo creo que nosotros hemos sido afortunados en este sentido ya que a pesar de que nos ha afectado la pandemia, como a muchas otras empresas, no ha tenido nada que ver a los sectores como la restauración, ocio… que los ha matado.
Aunque nuestros productos tienen rotación durante todo el año, es cierto que en las épocas en las que empieza el buen tiempo el consumo aumenta, principalmente porque la gente sale más de casa, sale a tomar una cerveza a los bares, hay más ocio… y es en estos momentos cuando se recurre más a nuestros productos.
¿Qué es lo que ha pasado en la pandemia? Que la gente estaba encerrada en casa, sin tener ocio, teniendo mucho más tiempo para cocinar… y por ende el consumo de nuestros productos disminuyó. A pesar de ello, el año 2020 crecimos un 15% en ventas.
Afortunadamente, durante este año 2021 estamos batiendo todos nuestros récords de facturación mes tras mes y esperamos acabar el año creciendo aproximadamente un 35%.
- ¿Cuáles son sus principales mercados de destino? ¿La gran versatilidad de formatos de venta y la amplia oferta, les permiten abarcar más cuota de mercado en comparación con otros competidores?
Realmente nuestro mercado principal es España. Casi el 92% de las ventas de SMILEAT provienen de España. Es cierto que poco a poco estamos empezando a trabajar con otros países como Portugal, Kuwait, Hong Kong, Bélgica, Perú… y es una estrategia que a medio largo plazo hará que tengamos diversificados los ingresos para darle una estabilidad mayor a la empresa. Hay que tener en cuenta que en España la natalidad decrece año tras año, al igual que pasa en otros países, pero aquí de manera más pronunciada.
La versatilidad de formatos y distintos tipos de productos lo que nos ha supuesto es crecer con nuestros clientes, que inicialmente iban desde los 6 meses a los 18-24 meses aproximadamente. Ahora, con todo el portfolio podemos abarcar desde los 6 meses hasta pasados los 36 meses sin problema.
- ¿Con qué argumentos compite SMILEAT frente a las grandes corporaciones de alimentación infantil? ¿Qué les diferencia respecto a sus competidores más directos?
Realmente la diferenciación con ellos es nuestro ADN. Desde un principio hemos creído en una alimentación saludable, ecológica, cercana… y no el oportunismo que ellos han visto en la alimentación ecológica. Ellos se suman al carro de ecológico, pero siguen vendiendo convencional… esto significa que no crees, sino que quieres abarcar todo el negocio sin importarte quién está detrás y los beneficios que consigues con ello. Esto nos da a nosotros credibilidad de marca y fidelidad de los clientes que apuestan por ella. De hecho, tanto es así, que tenemos una fidelidad de clientes cercano al 80%. Esto en una marca de alimentación es brutal.
- ¿Cómo describiría el sector de alimentación infantil en nuestro país? ¿Dónde se puede encontrar hueco ante la feroz competencia existente?
Pues la verdad que el sector de la alimentación infantil en España, al menos hasta que nosotros llegamos, era de poca innovación, siempre las mismas marcas que no hacían nada distinto, ni ofrecían nuevos sabores, productos… Con la irrupción de SMILEAT y alguna otra marca en el sector, se ha rejuvenecido y todas las marcas se han puesto las pilas para estar a la vanguardia del mercado. En cualquier caso, seguimos estando lejos de otros países como UK, USA, Alemania… que tienen gran variedad de productos, y el peso en ecológico es sustancialmente mayor.
- Centrándonos en su amplia gama de productos, ¿de cuántas referencias disponen actualmente? ¿ha crecido la venta online durante la pandemia o ya era un canal principal para ustedes?
Actualmente disponemos de más de 30 referencias en todo el surtido de SMILEAT, divididos en distintas familias como los tarritos, pouch, snacks, papillas, infusiones… y en las próximas semanas lanzaremos al mercado nuevas referencias para seguir completando la gama. En cualquier caso, no nos quedaremos solo en esto y seguiremos creando y aportando valor en el mercado, que tanta falta hace. Como primicia, puedo decirte que hay que estar atentos en los próximos días, porque hay algo gordo pendiente de lanzar ;-D
- La innovación y el desarrollo de nuevos productos ha supuesto un punto clave con el que la compañía ha tenido un elevado crecimiento. Referente a esta parcela ¿cómo pretenden seguir potenciando esta área de cara al futuro? ¿Es la innovación esencial para el crecimiento de SMILEAT?
Así es, tal y como os comentaba anteriormente, la innovación para SMILEAT es fundamental. Si hiciéramos lo mismo que hacen las grandes marcas, ¿qué nos diferenciaría? Nos comerían la tostada todo el rato, porque tienen mayor músculo financiero para marketing. Por eso nosotros tenemos que ser diferentes, innovadores, disruptivos…
Para ello tenemos un equipo de I+D+i inhouse que está constantemente buscando, creando y lanzando nuevos productos. Pero no solo ellos son los responsables de la innovación, ya que el resto del equipo apoya continuamente, nos rodeamos de empresas y centros tecnológicos para el desarrollo de los productos… en definitiva, todo lo que nos rodea es innovación en SMILEAT.
- ¿Por su experiencia y trayectoria profesional, ¿hacia dónde cree que se dirige el futuro del sector? ¿Qué nuevas tendencias de consumo han detectado de cara al futuro?
Creo que quedan unos años de transición, pero el mercado va a cambiar mucho en los próximos 5 años. El lineal de infantil será distinto, no como lo conocemos actualmente, y el peso de los productos ecológicos y saludables cada vez será mayor, afortunadamente y se impondrán frente a los convencionales, como ya ocurre en otros países que he mencionado anteriormente.
Muchas gracias por su colaboración.
