Solanum Tuberosum es el nombre científico de la especie herbácea que, tras su cultivo, se utiliza en nuestro planeta para la alimentación humana y que todos conocemos como patata. Esta no es, propiamente dicho, un fruto, sino que son tallos subterráneos engrosados que hacen de reserva de nutrientes para la planta. ‘Solanum’ es un nombre vinculado al sol, lleno de vida y pasión, además de mucha energía. Y, también, es el nombre de una empresa con mucha experiencia en el sector de este tubérculo tan esencial y que es y ha sido tan importante a lo largo de la historia de la humanidad.
Solanum Nova es una empresa gaditana, situada en Jerez de la Frontera, fundada en el año 2016 pero con experiencia de 30 años en la producción y comercialización de patatas de variedades “premium” exportadas a países que demandaban estas calidades. Cuenta con un equipo técnico y directivo altamente cualificado y con gran experiencia en la integración vertical en toda la cadena de valor de este producto alimentario.
Dentro de los profundos cambios en los últimos años, destaca la puesta en marcha de una nueva línea de negocio, “Papas de Aquí” (www.papasdeaqui.com), como una apuesta por la integración vertical hacia el consumidor a través del B2B y B2C.
Hoy tenemos el placer de poder charlar en www.sigmabiotech.es con María Ruiz, directora general de Solanum Nova, cliente de Sigma Biotech, que nos va a contar cómo está siendo liderar este proyecto tan desafiante y algunas claves del sector en el que esta inmersa la empresa.
- Muchas gracias María, en primer lugar, por atendernos. Es todo un placer poder charlar contigo durante unos minutos. En segundo lugar, nos gustaría que nos contases un poco más acerca del proceso de cómo surgió la idea de crear la nueva línea de negocio “Papas de Aquí “y cómo está siendo el desempeño de la empresa en el sector más orientado hacia el consumidor.
El placer es nuestro. Muchas gracias. Además, nos gustaría felicitaros por vuestros primeros 10 años de éxito en la tecnología de alimentos y desarrollo de proyectos tan interesantes como todos los que desarrolláis para vuestros clientes, entre los que nos encontramos.
Con respecto a la pregunta, la idea nace de la innovación sobre una realidad tan dinámica y de tantos cambios como es la actual. En el año 2021 comenzamos una etapa marcada por la transformación digital, la integración vertical hacia el consumidor final y el desarrollo de proyectos de I+D+i. Nuestros objetivos eran y son sacar todo el provecho a los proyectos de I+D, dar el paso a nuevas líneas de negocio y, en definitiva, acometer un cambio conceptual de nuestra empresa. No ser “un almacén de papas” sino una empresa agroalimentaria del siglo XXI.
Ya hace unos meses terminamos con éxito la integración vertical hacia la producción con la implantación del capital humano y material necesario, con la experiencia de la producción de variedades “premium” para la exportación que no se comercializan en España. Y el siguiente paso era la integración vertical hacia el consumidor final para cerrar el ciclo de esta cadena de valor, a la par de la creación de marca aprovechando el auge del producto local de km 0 y sostenible, pero aportando el valor añadido de la variedad especializada en usos culinarios concretos y locales.
Por todo ello, como decimos, tenemos 4 “patas” fundamentales: experiencia, variedades, sostenibilidad y proyecto local, las cuales trabajamos diariamente para hacer que nuestra marca siga creciendo en el sector.
- España y, más concretamente Andalucía, son zonas tradicionalmente con un alto consumo de patata. ¿Qué variedades ofrecen ustedes al mercado y en qué formatos? ¿La venta es exclusivamente a nivel nacional? ¿Dónde podemos encontrar sus patatas?
Ofrecemos variedades producidas por nosotros con destino la exportación, principalmente a Bélgica, Holanda y Francia, países con amplia cultura gastronómica en patata. Con la nueva línea de negocio de “Papas de Aquí” estamos introduciendo estas variedades en el B2B & B2C, haciendo valer sus fortalezas: Charlotte, Nicola, Alegria, Jelly, Franceline, Cherie…
Cada una de estas variedades está adaptada a una especificación muy concreta de uso culinario y se comportan de manera muy diferente a las que podemos encontrar normalmente en el Retail nacional. En el B2B proveemos al sector hostelero, restauración y fruterías en el área geográfica de Jerez, donde contamos ya con más de 150 clientes.
Para el B2C tenemos venta en web, pero sobre todo estamos muy ilusionados con un concepto original que pusimos en marcha el pasado mes de julio: una tienda especializada de papas, donde se disponen durante todo el año de estas variedades y donde explicamos con mucha ilusión todos los detalles y características de estas variedades, de su cultivo en nuestra campiña gaditana y de las diferencias con las variedades históricas, entre muchos otros datos de gran valor.
- ¿Cómo describiría el sector de la patata en nuestro país? ¿Qué complejidades tiene este cultivo en comparación con otras variedades hortofrutícolas?
En clarísimo declive desde hace ya muchos años. Como en el resto de los países productores de la Unión Europea, desde hace más de 2 décadas venimos cayendo año a año en superficie plantada.
En España nuestra producción total no llega a los 2M de toneladas. Como dato, en el año 1995 se plantaban más de 200 mil hectáreas y actualmente unas 62 mil (2023). Es decir, se ha bajado un 70 % de superficie en 28 años. Esto significa que requerimos importar patatas, aunque en la época de patata temprana seamos exportadores a Europa.
La patata de conservación, que se importa a partir de septiembre u octubre, es básicamente francesa, pero cada vez más vemos desde los meses de febrero en adelante, patata extra temprana y temprana de origen Marruecos, Egipto e Israel, que ofrecen el producto en un claro “dumping” técnico, político y fiscal.
Estos países terceros de la cuenca mediterránea africana utilizan fitosanitarios totalmente prohibidos para nosotros, tienen políticas laborales contrarias a las establecidas en la UE y muchas veces se ponen a la venta a precios por debajo de los costes de producción nacionales. Esto implica que se dispongan de unos costes de producción unitarios muy inferiores a los nuestros, pero logrados a base de producir en una competencia desleal e injusta, aparte de tener entrada del producto en la UE sin aranceles (por tener acuerdos preferenciales).
Creo que en todos estos aspectos tenemos mucho en común con otros productos hortícolas y agrarios españoles, como los tomates o los cítricos, por ejemplo.
- Hablemos de un gran problema climático que tiene España, entre otros, llamado sequía. ¿Cómo ha afectado la incidencia climatológica en la recolección de patata en los últimos años? ¿Qué planes de contingencia se tienen ante un hecho tan impredecible como que llueva muy poco?
Ha afectado de una manera crítica. En concreto, en la campaña de patata temprana del 2022 tuvimos un hecho climático histórico con 3 olas de calor y récord de temperaturas en cada una de ellas en los momentos en que se produjeron. Esto implicó una bajada considerable de la producción y otro hecho igual de relevante para la viabilidad: una calidad afectada, que repercute en el precio y en los descuentos en su comercialización.
Por otro lado, para la producción de patatas se requieren unos 4.000 m3 /hect. de agua de riego, siendo para este año 2024 la dotación en Cádiz de 2.400 y en Sevilla mucho menor. También en el área productiva de Murcia se tienen restricciones. Esto implicaría, en principio, menor superficie a plantar y/o mayor riesgo para la producción si no se dan unas mínimas lluvias que ayuden al cultivo a desarrollarse normalmente.
- ¿Cómo han apaciguado el incremento tan pronunciado de los costes de producción durante los últimos meses? ¿Cómo les está afectando esa situación de inflación desbocada que estamos viviendo, teniendo en cuenta que en este sector los márgenes son muy ajustados?
Los costes de fertilización, fitosanitarios, energía y mano de obra en la producción fueron un verdadero punto crítico en el 2022. Aunque actualmente algunos de ellos hayan bajado respecto a esa fecha, no lo han hecho respecto a los años anteriores. Por tanto, seguimos aún con una estructura de costes de producción de más del 30% del que teníamos hace solo 2 años. En el proceso de la manipulación y la comercialización, la energía (cámaras de frío) y transporte (gasoil) también hacen críticos los márgenes. Se ajustaron valores de venta, pero estos no llegan con la suficiente contundencia al sector productivo.
- Hace poco estrenaron página web en donde podemos conocer más detalles acera de las variedades de producto que comercializan. ¿El formato de la bolsa de papel les ha acarreado un mayor número de ventas y, sobre todo, mejor visibilidad como empresa comprometida con el medio ambiente?
Estamos iniciando estas líneas de venta y no podemos establecer todavía comparaciones. Lo que si tenemos claro es que la sostenibilidad es fundamental, no ya para el futuro sino para tener un presente que te permita llegar al mercado con un producto que cumpla requisitos indispensables hoy en día. Aquí no solo están los tipos de envase sino otras cuestiones que no se ven y que cuestan mucho: certificaciones de calidad, analíticas continuas de residuos, ahorro energético con procedimientos responsables de emisiones, generación de energía fotovoltaica… También las políticas ESG son fundamentales y estamos prestando mucha atención a la implantación de procedimientos en este sentido.
- ¿Cuál podemos decir que es la variedad estrella con mayor número de ventas en la compañía?
En la línea de venta local “Papas de Aquí”, las variedades específicas con el uso para patatas fritas tienen más repercusión que las especiales para ensaladas, guisos, asados…etc. Nuestra misión es hacer ver al consumidor la idoneidad de cada una, ya que la costumbre es usar una patata determinada para todos los usos… Aunque la segmentación por uso llegó hace tiempo al Retail, pensamos que las variedades que se ofertan muchas veces no son tan adecuadas como dicen y en el mejor de los casos de menor calidad culinaria a las nuestras.
Nuestro objetivo aquí es hacer ver la gran diferencia de los sabores y los resultados que se obtienen de nuestras variedades “premium” en nuestra gastronomía local. Como decimos en nuestras historias y copys por RRSS, el éxito de unas buenas papas “aliñás”, una ensaladilla, un guiso de “papas con carne”, entre otros platos, reside mucho en la variedad utilizada… sin menospreciar al cociner@ y a otros ingredientes básicos, por supuesto.
- ¿Qué valor añadido aporta Solanum Nova con respecto a grandes competidores que copan el sector nacional? ¿Cómo se compite con grandes marcas del sector?
No somos un negocio de volumen ni un gran “jugador” nacional en términos de toneladas, pero sí nos gusta considerarnos un jugador de mucha calidad en la exportación, como siempre nos han trasladado nuestros clientes.
En la nueva línea de negocio de “Papas de Aquí” somos una pequeña empresa local con un objetivo muy claro: ofrecer una gama de variedades “premium” de patatas, producidas en nuestra campiña, bajo rigurosos criterios de sostenibilidad en todos los procesos, sin residuos, para un uso culinario muy vinculado a nuestra cultura gastronómica local y que van directas desde nuestro campo gaditano a la mesa de nuestro consumidor local.
Todo esto, acompañado de unas herramientas muy específicas, aporta mucho valor. Estos instrumentos no son de uso común en nuestro sector, como son el hecho de estar realizando proyectos de I+D+i desde hace ya 3 años, actualmente con el CDTI, aplicación de economía circular en nuestros procesos para la utilización de los destríos o aplicación de IA y maquinaria óptica de selección y calibrado, por poner algún ejemplo.
- Para terminar, por su experiencia y trayectoria profesional, ¿hacia dónde cree que se dirige el futuro del sector? ¿Qué nuevas tendencias de consumo han detectado de cara al futuro?
A nivel producción hay un gran problema con la calidad producida por la imposibilidad de controlar plagas (ej. gusanos y nematodos) y malas hierbas (ej. Juncia y otras). Es un problema también en los mayores países productores en Europa. Los eventos climáticos extremos del cambio climático afectan de una manera también muy determinante, tanto en plantación, desarrollo y recolección, dando lugar a desajustes importantes.
Las tendencias desde la demanda, desde nuestro modesto punto de vista, son: preferencia del producto local, libre de residuos (que no ecológico), sabor y calidad, procesos sostenibles, cercanía del proyecto al consumidor… e intentar llegar a precios que sean buenos para las dos partes (creemos que sólo la integración vertical puede conseguirlo).
Muchas gracias por su colaboración.
