La primera pregunta que debemos hacemos es, ¿qué es la economía circular? Pues bien, este concepto que cada vez se escucha más, se define según la Fundación para la economía circular como un concepto económico que guarda una estrecha relación con la sostenibilidad y el medio ambiente. Tiene como objetivo lograr que el valor de los productos y recursos perdure durante el mayor espacio de tiempo posible, reduciendo con ello al máximo la generación de residuos. Es un concepto, como su nombre indica circular, evitando la linealidad, que corta el ciclo de vida.
El cambio climático, la escasez de recursos o el aumento demográfico, son algunos de los desencadenantes de la preocupación actual por implementar este modelo de economía circular. Por ejemplo, según diversos estudios, la población mundial aumentará hasta 2050 en más de 9300 millones, con el consiguiente aumento de la demanda de alimentos en casi un 70%.
Por tanto, sectores como el de la agricultura, que sostendrán el recurso principal para asumir la alimentación de la población, debe ser pionera en estas medidas de aprovechamiento y sostenibilidad. No debemos olvidar también, que uno de los objetivos del desarrollo sostenible para 2030 de la Unión Europea es reducir hasta la mitad el desperdicio alimentario de los habitantes en todos sus Estados miembros, en cada fase de la cadena alimenticia.
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La Industria Agroalimentaria afronta de manera positiva el reto de hacer un uso más eficiente de sus recursos, disminuyendo los desechos, con todo lo que ello conlleva, no sólo a nivel de procesos, sino también en el modelo de negocio. Lo cual, además puede suponer una ventaja competitiva para aquellas empresas que asuman este desafío. Asimismo, la actualidad, nos muestra un panorama con más conciencia de la realidad, lo que supone una perspectiva más esperanzadora del vivido hasta el momento.
Según datos de Ecoembes y el Instituto Nacional de Estadística, el año pasado la Unión Europa, generó 2500 millones de toneladas de residuos, de los cuales 111 millones de toneladas fueron producidos en España. A pesar de ello, y debido a la creciente preocupación por el medio ambiente, en los últimos años se está consiguiendo reducir, de manera considerable, la producción de dichos residuos.
Por consiguiente, las principales estrategias para la economía circular dentro de la Industria alimentaria pasan por una mejor gestión del agua, la energía y la materia orgánica. Así como de una producción agraria más limpia, desarrollo de nuevos productos alimenticios y envases, y por supuesto, la economía colaborativa. Por eso en Sigma Biotech estamos comprometidos con la sostenibilidad e intentamos aplicar estos conceptos a todos nuestros procesos para una mejor eficiencia de nuestros proyectos.
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